Un nuevo caso de brutalidad y desprecio por la vida animal ha encendido las redes sociales y generado un clamor de justicia en todo México. En la comunidad de Xul Há, al sur de Quintana Roo, un grupo de jóvenes protagonizó un acto de crueldad inhumana al atar a un perro pequeño a un dron y elevarlo varios metros en el aire, mientras se burlaban y reían ante el sufrimiento del animal.
El video del hecho, difundido en redes sociales, ha causado repudio e indignación generalizada. En las imágenes, se escucha cómo los involucrados celebran el momento como si se tratara de un juego, ignorando por completo el miedo y el peligro al que expusieron al indefenso animal.
Uno de los señalados, identificado en redes sociales como Rubén, no solo habría participado en este ataque cobarde, sino que también se le acusa de practicar caza recreativa, presumiendo fotos con animales muertos en sus perfiles, lo que ha intensificado el enojo de la comunidad.
Diversas organizaciones animalistas, ciudadanos y activistas han alzado la voz para exigir que los responsables sean identificados y castigados conforme a la ley. Este tipo de actos no pueden ni deben quedar impunes. El maltrato animal es un delito en México, y corresponde a las autoridades estatales y federales actuar con firmeza para sentar un precedente.
El silencio y la indiferencia también son cómplices. Basta de tratar la vida como un entretenimiento.
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