El Gobierno de Estados Unidos confiscó este fin de semana un avión usado en el pasado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tras considerar que su adquisición violaba las sanciones estadounidenses al país. Según ha adelantado la CNN, citando a varios funcionarios, el aparato fue incautado en República Dominicana y trasladado a Florida este mismo lunes.
«Esto envía un mensaje a los más altos mandos», ha asegurado una de las fuentes de la cadena de noticias. «Incautar el avión del jefe de Estado extranjero es algo inaudito en materia penal. Le enviamos un mensaje claro aquí de que nadie está por encima de la ley, nadie está por encima del alcance de las sanciones estadounidenses».
El aparato, que no es un equivalente al famoso Air Force One, lo usó en el pasado el presidente Maduro y su régimen, pero más recientemente se ha desplazado en otros. Quieto en República Dominicana, llevaba tiempo en el radar del departamento de Interior, el de Comercio, la Oficina de Industria y Seguridad y el Departamento de Justicia. En el pasado ya se incautaron de coches de lujo y todo tipo de activos. Se trata según la CNN de un Dassault Falcon 900, de más de 13 millones de dólares de precio que habría estado en la República Dominicana en los últimos meses.
Hace unos meses, prácticamente ocurrió lo mismo con otro avión, pero en Argentina, causando un sonoro choque entre Maduro y Javier Milei. «Nos robaron el avión (…). El bandido de Milei se robó el avión de Venezuela, Javier Milei, el héroe de la ultraderecha», denuncio el heredero de Hugo Chávez en una declaración televisada. «Se las da de loco o es loco o las dos cosas a la vez», agregó en referencia al gobernante argentino.
En ese caso se trataba de un Boeing 747 que había sido vendido por la sancionada compañía aérea iraní Mahan Air a la Empresa de Transporte Aerocargo del Sur (Emtrasur) -filial de la aerolínea estatal venezolana CONVIASA. Llevaba casi dos años inmovilizado en Buenos Aires, por una orden judicial, y en primavera EEUU lo requisó.
La decisión es una maniobra también para meter presión adicional a Maduro para que publique las actas de las elecciones presidenciales. A principios de este año, Estados Unidos volvió a imponer sanciones al sector petrolero y gasífero de Venezuela en respuesta a la negativa del gobierno de Maduro a permitir que se celebraran «unas elecciones inclusivas y competitivas». La gran mayoría de las democracias occidentales no aceptan la declaración del gobierno bolivariano de que ha ganado y exigen pruebas ante las denuncias de fraude de la oposición, que sí ha publicado millones de copias de actos de colegios electorales.
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