El Paro de labores del Magisterio tamaulipeco, este martes entrará a su tercera semana y este lunes, el Barón de Villagrán, Arnulfo Rodríguez Treviño, Secretario General de la Sección 30, fue citado en la Secretaría de Gobernación en la CDMX y se presume Arnulfo asistirá en compañía del líder nacional del SNTE o, en su caso, los representantes de éste, con la idea de finiquitar el conflicto en este estado norteño.
Opiniones en contrario están difundiendo la idea de que el viaje de Arnulfo Rodríguez, es para jalarle las orejas y suspenda el paro de maestros y mandarlos a trabajar a las aulas. La mano dura pudieran ser altos funcionarios del SNTE y del gobierno federal, incluyendo a Manuel López. Quienes opinen de esta forma, me parece están en un error.
Para muchos el movimiento de maestros es auténticamente laboral y carece de cualquier tinte partidista. En el mismo sentido, la Sección 30 ha manifestado su apoyo abierto al partido en el poder, no de ahora.
En contrario, algunos externan la idea de que los protagonistas principales (Arnulfo y Lucía Aimé) están luchando por obtener la candidatura a una de las tres senadurías por Tamaulipas. Y más, que la todavía titular de la SET se incorporará en breve a la candidatura presidencial de la ‘afortunada’ Corcholata.
No ha faltado quien afirme y venda la idea de que Acción Nacional y en concreto, el exgobernador, está financiando a los docentes.
Para muchos el que los Maestros de Tamaulipas se retiraran de la Plaza de Gobierno (15 Hidalgo) fue un descalabro al movimiento. No aceptaron que se retiraron para no entorpecer la ceremonia del Grito 213 del inicio de la Independencia.
El conflicto, para otros, se agudiza cuando los maestros dejan la Plaza del 15 para que después de una reunión de secretarios generales, decidieran tomar el edificio de la vieja Torre de Cristal, aunque son unos cuantos pisos con oficinas de la SET. Es decir, la SET no es la única dependencia que ocupa la Torre de Cristal del Boulevard Praxedis Balboa.
Si hablamos de la Noche del Grito, hubo críticas muy severas en contra de la bailarina en primera fila con la música de Pedro Fernández, mientras el panorama escolar pinta pesadumbre por el Paro de Maestros, pero la bailarina parecía lo celebraba y no tanto por los 213 años del Grito de Dolores.
El Desfile Independentista me parece que en todo el estado fue el más breve, el más corto en longitud y tiempo, pues fue notoria la ausencia de padres de familia aplaudiendo a los escolares. Los maestros no colaboraron.
La Televisa del Golfo, informó solo de tres municipios: Reynosa donde afirma que escuelas del nivel medio superior, colegios particulares y solo una escuela pública, participaron. De Matamos se reportó la participación de escuelas superiores.
En la capital de Tamaulipas hubo detalles en la Noche del Grito. Aparte del baile del ‘Yo no fui’, la decisión anticipada del Alcalde que se quiere reelegir y como todo un torero de la Fiesta Brava ‘cedió los trastos’ al gobernador, para evitar la duplicidad del grito.
Soy de los que opinan que el conflicto esta misma semana culmina y los maestros de Tamaulipas verán reflejados sus logros en tres momentos: a corto, mediano y largo plazo. Creo que las autoridades estatales reconocen mucha de esta problemática y estoy seguro, no estaba en sus manos resolver, pues los constantes recortes presupuestales del gobierno federal, ha impedido cumplir con lo que debían. Los maestros también comen.
Estoy plenamente convencido de que el gobierno del Dr. Américo Villarreal Anaya, contempla la revaloración social de los docentes del estado, es y debe ser la tarea permanente para el cuerpo de funcionarios que auxilian el desempeño del galeno, por lo que sus demandas docentes deben quedar en la memoria histórica de los tamaulipecos.
Además, debe prevalecer el espíritu de negociación permanente, donde la autoridades oficiales y sindicales, estén obligadas a conciliar intereses y responsabilidades.
Los actores políticos de uno y otro lado deben buscar siempre las respuestas más efectivas para la prestación del servicio, bajo la premisa básica de que un docente debe laborar en las condiciones óptimas en el aula y lograr mejores resultados con sus alumnos.
¿No cree usted?
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