Cuando José Luis Rodríguez El Guana inició su carrera sobre los escenarios, hace casi 30 años, fue gracias a un golpe de suerte, pero también a las ganas que tenía de subirse a un escenario. Fue en 1994 cuando ingresó a las filas del musical ¡Qué tal Dolly!, protagonizado por Silvia Pinal e Ignacio López Tarso.
En aquella, su primera audición, El Guana no tenía experiencia alguna. Trabajaba con su papá en un negocio familiar y tras escuchar que habría audiciones en la Ciudad de México para un musical con Silvia Pinal, simplemente se aventuró. Dejó Celaya, Guanajuato, a los 17 años, en su primera salida fuera de casa a la capital, e hizo el casting. Se quedó. A partir de entonces comenzó su preparación formal para continuar haciendo teatro. Esa obra fue su escuela.
Su apodo artístico viene de aquellos inicios, pues comenzaron a referirse a él como “Guanajuato”, por su procedencia, y después sólo como El Guana.
Hoy es parte de los protagónicos del musical Vaselina, junto a Timbiriche, encabeza la obra Bule Bule, el show, y participa en el programa televisivo Me caigo de risa.
A veces no dimensiono la trayectoria, el paso de los años en el escenario. El próximo año cumplo tres décadas de carrera y de estar disfrutando lo que hago. Volteo hacia atrás y pienso que valió la pena cada lágrima, cada gota de sudor, cada esfuerzo, clase y fiesta perdida o reunión. Ha valido muchísimo la pena estar en donde estoy. No podría pedirle más a la vida, pero no hay que conformarse, sino prepararse para lo que viene y estar listo. Estoy muy feliz de lo que ha estado pasando en mi carrera en los últimos años.
Mi primera obra fue en 1994 en el Teatro Silvia Pinal con ¡Qué tal Dolly! Me tocó la gran fortuna de venir a audicionar desde provincia. Era una persona que no se dedicaba a absolutamente nada de este medio. Venía a probar suerte, a ver ‘si era chicle y pegaba’ y me quedaba en un musical. Me tocó la gran fortuna de pertenecer a ese elenco con las grandes estrellas del cine de oro. A partir de ahí fue una adicción estar en el teatro y en un escenario, la cual no he dejado y espero no dejar jamás”, relató Rodríguez en entrevista.
A un año de celebrar sus 30 de trayectoria, forma parte de dos musicales que tienen como contexto de sus historias las décadas de 1950 y 1960: Bule Bule, el show, en temporada hasta el 7 de agosto en el Teatro Milán, y Vaselina, próximo a estrenarse.
En el primero, nuevamente vuelve a ser el conductor de un programa de televisión en el que compiten Las Bombonettes y Los Pillos del Rock, protagonizados por un nuevo elenco: Ana Rivero, Miranda Labardini, Carolina Heredia, y Begoña Ibarreche, Jonathan Portillo, Humberto Mont, Emiliano Ochoa, Esván Lemus y Chema Ortega.
Tengo mucho cariño al personaje de Freddy y la verdad es que la obra me encanta y la disfruto muchísimo. El nuevo elenco le da muchísima frescura, sobre todo porque tienen las edades de cuando se estrenó la obra también en el Teatro Milán.
Nos sentimos honrados de cantar canciones de iconos del rock and roll como Alberto Vázquez, Enrique Guzmán, Julissa, Angélica María y Los Teen Tops. Es un homenaje muy bonito que estamos haciendo, humildemente, a todas estas estrellotas de esa época. Esperamos que nos acompañe Julissa, pues acudió a muchas de las funciones de temporadas anteriores”, destacó.
Para El Guana, precisamente Julissa es como su madrina en sus proyectos de este año, pues ambos musicales en los que participa, tienen que ver con ella.
Sólo estoy cambiando de vestuario y texto, pero no de época. Es maravilloso estar en un musical que siempre tuve las ganas de hacer, como Vaselina. Ahora que estoy como Ricky Rockero y como cóver de los otros personajes, ¡es un gozo! Yo comencé a escuchar las canciones de esa época por mis papás y me encantan, porque son muy pegajosas y no pasan de moda”, concluyó.
ESCUELA DE COMEDIA Y MUCHA RISA
Para el actor, el programa Me caigo de risa, con nueve temporadas, también se convirtió en una escuela de comedia para su formación.
Todas las herramientas que aprendí en el teatro me las llevé a la televisión. Es una mezcla de muchas tablas de diferentes rubros, pero uno nunca deja de entrenarse. Cuento con clases de canto, todas las semanas, porque nunca se sabe del reto que se viene”, acotó el también actor de La obra que sale mal, en la que también explora este género.
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