*Diálogo y gestión, solución para el agro
*Bloqueos y los daños a terceros
Dentro de la comisión de productores de sorgo del norte de Tamaulipas, que se trasladó a la CdMx, mis caros lectora, lector, claro que destaca la representación de los agricultores del Valle de San Fernando.
Son los mismos personajes que recientemente, en su protesta por el deprimido precio de la tonelada de sorgo, bloquearon el flujo vehicular, en el punto carretero conocido como la «Y», justo donde la rúa federal, en el tránsito hacia la frontera, se bifurca hacia Matamoros y Reynosa.
Ése día el registro de cierre fue de 8 horas, donde miles de vehículos ligeros y de carga quedaron varados en ambos sentidos de la circulación.
En el bloqueo carretero, la contabilidad de horas-hombre desperdiciadas y la consecuente productividad estancada, es difícil de determinar o establecer. Ni hablar de las molestias en las familias viajeras; sobre todo donde van enfermos, ancianos o infantes.
Tal acción, los agricultores la estiman como efectiva, legítima, estratégica y eficaz.
Sin embargo, su medida de protesta entra en disputa con el derecho de libre tránsito de los viajantes y transportistas.
Siempre se ha dicho que el derecho de unos, termina donde empieza el de los demás.
El caso es que los productores de sorgo, una vez atendidos en 2 ocasiones por el MVZ Dámaso Anaya Alvarado, titular en el Estado de la Secretaría de Desarrollo Rural (SADER) y expuestas las opciones de solución al alcance del gobierno estatal, no satisfacían las expectativas demandadas, decidieron llevar sus demandas al nivel federal. Tal es la razón de su estancia en la CdMx.
Éste martes 06 de junio, nuestros paisanos se sumaron a lo que es un trabajo de gestión coordinado, ante el gobierno federal; un esfuerzo colectivo en búsqueda de soluciones, donde codo a codo, en mesa de trabajo están representados productores de maíz, trigo y sorgo de 20 estados, junto con la SADER federal y estatal, representantes del Congreso tamaulipeco, de la Cámara de Diputados, Secretaría de Economía y organizaciones agrícolas, para plantear soluciones.
De inicio montaron una mesa donde ofrecieron una rueda de prensa, por lo que tuvieron conocimiento al interior de Palacio Nacional, donde la secretaria particular del presidente AMLO, recibió a una comisión, quienes le entregaron un pliego de peticiones, entre ellas, una audiencia con el mandatario federal, para exponerle la situación personalmente.
«Pedimos al gobierno federal de manera pacífica y ordenada, que de manera definitiva defina una política de atención a los campesinos que participamos en la producción de alimentos”, señaló un agricultor de Chihuahua, quien junto con otros agricultores se apostaron frente a Palacio Nacional para pedir audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien señaló que el gobierno federal está buscando la fórmula de apoyar más a los pequeños productores del campo y evitar dar más subsidios a las grandes empresas agroindustriales.
«Se está viendo qué medidas tomamos para proteger el comercio interno, a los productores nacionales, en donde no tenemos tratados de libre comercio. Por ejemplo, no podemos hacer esto con Estados Unidos, pero sí con otros países donde no tenemos tratados comerciales, podemos tomar medidas para aumentar aranceles, que no se permita la importación para que el precio al producto mejore”, propuso ésta tarde.
Es así que para nuestros productores de sorgo las expectativas mejoran y las jornadas de diálogo positivo, claro que generan una sinergia muy imperiosa para la producción del campo.
Éste panorama nos deja como agradecible experiencia que «Tapar carreteras NO es la solución».
La verdadera solución son las negociaciones previas, antes de cosechar, pues ya existen las estimaciones de precios a futuro, al regir en Chicago una bolsa de productos que fija -entre otros- los precios de granos, con parámetros de oferta y demanda, además de los flujos cambiarios.
Ojalá y ésta experiencia ayude a comprender que los bloqueos carreteros es generar un problema para buscar… ¡resolver otro problema!
Éso no es la solución a los problemas de la comercialización de la cosecha de nuestros esforzados productores de sorgo.
Vale.
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