De acuerdo a la versión de la PGR “mientras el juez de barandilla ponía multas a personas que bebían u orinaban en la vía pública…. Todo por órdenes que supuestamente había dado el presidente municipal José Luis Abarca”
La Corte de Arizona, Estados Unidos, informó sobre la culpabilidad del expresidente Enrique Peña Nieto en el caso Ayotzinapa. Así lo destaca Deutsche Welle, donde publicaron el testimonio de la periodista Anabel Hernández, quien participó en el juicio como ‘testigo experto’, una categoría judicial que hay en la ley norteamericana
“Lo que ni el actual gobierno de México se ha atrevido a decir, lo dijo de manera clara y contundente la Juez Molly S. Frazer: solo instituciones del gobierno federal mexicano tenían el poder e influencia política suficiente para desaparecer a los normalistas y fabricar una versión falsa oficial para encubrir la verdad”, manifestó la comunicadora social.
“Todo ocurrió en el marco de un juicio de asilo político solicitado por un mexicano llamado Ulises Bernabé García, quien la noche de la desaparición de los jóvenes estudiantes era un simple juez de barandilla temporal, que multaba las personas que bebían en la vía pública o manejaban en estado de ebriedad, o hacían escándalos en la vía pública. De un simple juez de paz, como también se conoce a estos servidores públicos, Bernabé García pasó a ser un testigo clave de los hechos que ocurrieron y que no ocurrieron esa noche”, reveló Hernández.
Asimismo, escribió que “la conversación con él, como cuando hago este tipo de investigaciones, comenzó de manera casual. Él estaba libre, no tenía ningún problema legal, y el cargo que había tenido de juez de barandilla había sido accidental ya que era sustituto del titular que había pedido permiso de ausentarse durante tres meses”.
“Le pregunté cómo había sido toda esa jornada del 26 de septiembre de 2014. Su memoria aún estaba muy fresca. Me dijo incluso hasta a qué hora se levantó, a qué hora se presentó a trabajar esa mañana en la base de la policía municipal de Iguala. A que hora fue a comer el lunch, a qué hora regresó, y cuantas personas habían sido arrestadas durante ese día y llevadas a la base de la policía municipal. Dijo que seis. Me mostró ahí mismo las boletas de multas que había puesto y cómo a los hombres arrestados no habían tenido dinero para pagar los habían metido en las celdas de la base”.
Fuente: La Censura
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