“Agradezco todas las oportunidades de crecimiento personal y preparación profesional que se me brindaron durante el tiempo laborado …pero debido al acoso laboral al que era sometida, igual que el resto de mis compañeros, por parte de mi jefe inmediato , el Maestro Craig López Olguín , me veo obligada a tomar ésta difícil decisión que espero sea tomada de la mejor manera”, escribió en su renuncia a su empleo en la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), Marysol Aidé “N”.
El documento, fechado el pasado 21 de enero, y del cual se nos hizo llegar una copia, encierra el drama al que se siguen enfrentando muchas mujeres que laboran en alguna dependencia de gobierno.
La renuncia de Marysol no abunda más sobre las razones por las que se vio obligada a dejar su empleo en la, paradójicamente, instancia responsable de procurar justicia. Se limita a señalar que fue por “acoso laboral” de su superior, pero hasta donde hemos indagado el acoso alcanzó también el ámbito sexual.
Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos legislativos e institucionales que se han hecho para ponerle un freno a la violencia sexual contra la mujer, los resultados siguen sin materializarse. Se han modificado los tipos penales y se han endurecido las sanciones pero de poco o nada ha servido.
Curiosamente, la práctica de esa conducta abusiva se da con mayor frecuencia en el ámbito gubernamental. El acoso y hostigamiento sexual ocurre en todos los ámbitos laborales , el público y privado, pero, sin duda, es en las dependencias gubernamentales donde más abundan las historias de empleadas que han padecido la exigencia de favores sexuales a cambio de garantizar la permanencia en el empleo, o de algún beneficio como un ascenso o un aumento de sueldo.
Lo más grave de todo es que las víctimas no denuncian y con ello generan impunidad. Son muy pocos los casos que llegan ante la instancia del agente del Ministerio Público para que se integre una carpeta de investigación.
No denuncian, principalmente por dos razones: una, porque desconfían en que el brazo de la justicia alcance a su agresor; y dos, porque temen ser despedidas.
Además de ello, como sucede con cualquier delito de índole sexual, la agresión se comete casi siempre con ausencia de testigos, lo cual hace difícil que la víctima pruebe la acusación. Es su palabra contra la de su acosador.
Bajo ese contexto, desde este espacio hacemos un llamado a los tres órdenes de Gobierno para que en el tema del combate a la violencia contra la mujer, pasen del discurso a los hechos.
Instancias como el Instituto Tamaulipeco de la Mujer o la Comisión Estatal de Derechos Humanos, deben decidirse a asumir con responsabilidad y seriedad su tarea. No debe ser tan complicado diseñar un mecanismo de denuncia que permita a las víctimas acercarse a la autoridad sin el miedo a las represalias.
Para comenzar, tienen en el caso de Marysol una gran oportunidad de ganarse la confianza ciudadana. Hablen con la víctima y seguramente encontraran muchas más historias como la suya. Porque sí las hay.
EL RESTO.
YA ES PRESIDENTE.- Juan José Guadalupe Ramos Charre asumió formalmente como presidente del Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam).
Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) el maderense de 41 años de edad, rindió protesta en sesión extraordinaria del Consejo General del Ietam, teniendo como testigo de lujo al Consejero del INE, Ciro Murayama Rendón.
De acuerdo a la evaluación del INE, Ramos Charre fue el mejor perfil que compitió para el cargo. Esperemos que así haya sido.
DEUDA SALDADA.- Lo dicho: si el exdiputado local, Humberto Rangel Vallejo, se inscribió en la competencia por uno de los tres asientos en el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Tamaulipas (Ietam), era porque algo le habían prometido.
Rangel sabe perfectamente que mucho antes de que el Pleno del Congreso del Estado defina a quienes van a ser electos, ya se sabe con precisión los nombres de los ganadores.
Por eso señalamos en su momento que si el exlegislador se había inscrito era porque le habían prometido que resultaría electo. Y así fue. Alguna deuda había con él.
ASI ANDAN LAS COSAS.
roger_rogelio@hotmail.com
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