Durante este mes de septiembre la Comisión Estatal de Derechos Humanos celebrará el 25 aniversario de esa defensoría en Tamaulipas. Organismo que se creó durante los últimos años de la administración del ex gobernador Américo Villarreal Guerra. Su primer presidente fue Eduardo Garza Rivas, quien también destacó en la docencia y la función pública. Una verdadera autoridad en las garantías individuales, que actualmente se cambio por derechos. El caso es que el maestro Garza Rivas fue el promotor del organismo.
Y en su momento fue un verdadero defensor de los derechos ciudadanos. Emitió las primeras recomendaciones a las autoridades. Y también obligo a los mandos a cumplir o resarcir los daños a empleados pero sobre todo a ciudadanos donde se violaron los derechos.
Sus primeras recomendaciones fueron vertidas en contra de autoridades relacionadas con la seguridad pública, la procuración de justicia y la administración de la misma. Cuando todavía se vislumbraba muy lejana la llegada del nuevo sistema penal acusatorio.
La etapa tanto de Garza Rivas como Rafael Torre Hinojosa al frente de ese organismo, fue toral, porque las policías, sobre todo la municipal y judicial, luego ministerial, lo mismo que los ministerios públicos. Eran y siguen siendo el blanco de las quejas ciudadanas.
En su tiempo enfrentaron en toda su expresión, el autoritarismo propio del sistema penal inquisitorio. En el que se perseguía, se detenía, luego se averiguaba. Pero sus defensas fueron a contrapelo de jueces, fiscales y policías. Aunque siempre conservaron un margen de respeto a las funciones de las autoridades, pero no por esto dejaron de ser puntuales o permisivos en la observación de los derechos.
Circunstancias distintas a las que se enfrentó Bruno del Río Cruz tercer presidente de ese organismo, quien pareció mostrarse complaciente y permisivo con las autoridades. Reservado de asuntos públicos y siempre dócil y atento a la versión de las autoridades. Los ciudadanos parecieron ser desplazados durante su estancia en el puesto de defensor de los derechos humanos. Irreverente hasta el final, porque ni siquiera presentó su último informe. Fue su sucesor José Martín García Martínez quien hizo lo propio.
Y quien ha retomado el rumbo de la defensa de los derechos de las personas, en circunstancias complejas, sumamente difíciles, por la inseguridad que ha caracterizado la última década en Tamaulipas. No obstante, el año anterior en su informe destacó que el organismo recibió en las ocho delegaciones de esta entidad, 6,564 quejas.
De las cuales la mayoría fueron presentadas en contra de policía estatal, fiscalías, escuelas, juntas de conciliación y arbitraje, sin escapar dependencias públicas prestadoras de servicios de salud y Ayuntamientos.
García Martínez se ha encargado de promover la celebración del primer ciclo de la defensoría en esta entidad, por lo mismo prepara una serie de conferencias, con visitadores y especialistas en los derechos humanos, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Al parecer entre los temas destacan masculinidades y equidad. Uno de las agendas de ese organismo.
En el periodo de 25 años también han surgido otros organismos independientes de derechos humanos como han sido, el que preside Fortino López en Reynosa, Raymundo Ramos en Nuevo Laredo, el extinto Arturo Solís en Reynosa y Antonio Macías Ruiz en Victoria.
Pero no obstante, la CEHD tiene hoy mayor credibilidad y, a pesar de las circunstancias de inseguridad, violencia y sus derivados, el organismo a través de sus visitadores ha conocido las quejas principales de los tamaulipecos.
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