“Así pasa cuando sucede”, decía el Filósofo Güemez. Así era su lógica y así sucedió su partida.
Hoy le dijeron adiós. Los de siempre, los de cada ocasión, y sí, también los entrañables.
Ramón Durón Ruiz descansará en su tierra, luego del largo trayecto de su vida; “curva que se endereza: es recta” decía la ironía de sus líneas y esta fue parte de la suya, una recta que se acotó a los 60 años.
El filósofo irreverente, absurdo, coloquial, inesperado fue despedido hoy.
Un homenaje lo esperaba y dentro él, las palabras obvias del orador y las absurdas que el filosofó escribió.
Familiares, políticos, servidores públicos; sus amigos de toda la vida y otros de ocasión. Todos en el último adiós.
“Ramón y yo construimos una hermandad que se mantuvo hasta hoy. El decidió no obstante había una campaña en Tamaulipas, irse con migo”, refirió Héctor Yunes, uno de sus amigos.
“La confianza dura hasta que se acaba”, decía el filósofo de Güemez, pero la de Ramón fue infinita.
El Centro Cultural Tamaulipas, fue el escenario; las flores, el retrato, los rostros y las lágrimas se quedaron allí.
Una guardia de honor fue encabezada por el Gobernador Egidio Torre. Antes las palabras y las frases, luego los aplausos y el adiós.
“ No soy político, pero me gustan los aplausos”, QEPD.
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