El cierre de la primera jornada del Vive Latino 2018 comenzó de forma espectacular. Frente al escenario principal miles de almas sedientas de ska esperaron con ansias la salida de Panteón Rococó, en uno de los actos más celebrados. Su regreso al encuentro musical se dio con “Esta noche”, entre gritos de los asistentes y el baile de “Estrella roja”.
Una versión corta de “Arréglame el alma” despertó gritos de los presentes que más adelante vieron como compartían el escenario junto a Rubén Albarrán, de Café Tacvba, con el tema “Fugaz”, para después recordar la lucha zapatista con el tema “Marcos Hall”. Desde luego uno de los temas más coreados fue “Vendedora de caricias”, a la que le siguió una ferviente demostración de amor por la música:
Dios salve a la música alternativa mexicana en todas sus gamas, en todos sus géneros, en todos sus colores, excepto el reggaetón. ¡No es cierto!”, dijo el vocalista Dr. Shenka y agregó: “los gustos es lo de menos, lo importante es saber es que la música es un medio para poder encontrarnos todos… hay que darnos cuenta que necesitamos la música para sobrevivir y encontrarnos en ella, hacer de ella un valor más profundo”, antes de interpretar “Acábame de matar”, original de la música de banda regional mexicana que Rococó ha hecho en una versión propia.
El cantante también ´provocó risas al decir que se encontró a Morrissey tras bambalinas, a quien le preguntó si comería carne asada (en alusión a su vegetarianismo que provocó la suspensión de venta de alimentos con carne); más tarde recordó a los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa con un llamado al presidente Enrique Peña Nieto: “Antes de que se vaya Enrique Peña Nieto de allá nos tiene que explicar qué pasó con los 43”, dijo al entonar “Hostilidades”. “Tristemente nos damos cuenta que al pasar de los años y no entendemos por qué este pueblo sigue en pie de lucha”.
Su presentación concluyó con una fiesta entre saltos y slam con temas como “La dosis perfecta”, “Toloache pa’ mi negra” y “La Carencia”.
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